domingo, 20 de enero de 2019

Spirou, el Botones Octogenario

(2a parte)

La Etapa Franquin I

El campo de pruebas (1946-1951)



Aun lejos de todo su potencial, en esta viñeta (que homenajea sus primeras historias) se percibe el desbordante talento imaginativo de Franquin.

(viene de la entrada anterior).

Abordamos el mes pasado de manera general los inicios editoriales de Spirou, haciendo énfasis en ciertas semejanzas y diferencias con el arquetípico Tintin, hasta llegar a mediados de 1946, con el arribo de Andre Franquin a la colección, quien la dotó de una identidad artística poderosa y autentica, convirtiéndose en autor definitivo de la serie. Claro que lo hizo de forma pausada, inicialmente con un estilo muy similar al de Jijé, pero enfocándose más en la aventura que en el tono humorístico surrealista. 

Extracto de "El Tanque" la primera aventura de Spirou por Franquin, en el que aun lo vemos totalmente influenciado por el estilo de Jijé.
En los primeros 4 años se permitió experimentar con el ritmo y la composición de viñetas, alejándose estilísticamente de sus predecesores. Poco a poco fue otorgándole una identidad mucho más solida a sus dos personajes principales, apartando para siempre a Spirou de su trabajo como botones de hotel, convirtiéndolo en un ícono de la aventura pura y dura, capaz de competir con Tintin, aunque aun lejos de hacerlo con fuerza. Spirou ya no sería botones, pero el uniforme rojo permanecería para siempre como una seña de identidad de la que (casi) nunca podría liberarse. Al tiempo que hacia evolucionar a sus dos personajes los sumergía en aventuras cargadas de una creatividad no vista hasta entonces en la colección, coqueteando con muchos géneros, desde el clásico relato de aventuras o de viajes exóticos, pasando por el de detectives o policíaco, el misterio, la ciencia ficción, hasta las historias más costumbristas, más corrientes, en las que logra que el lector se sienta tan cercano a los personajes que podría ser uno más de los habitantes del barrio, como ocurre en la fabulosa Spirou sube al ring, de la que a continuación se muestran algunas viñetas.





De su primera etapa es tal vez mi favorita. En ella Franquin, partiendo de una situación bastante cotidiana, logra un relato gráfico delicioso, en el que abundan gags humorísticos que dependen más del ritmo rápido de la narración que de dibujos efectistas, dándonos una historia muy entretenida, eminentemente cómica, pero  sin caer en el facilismo del chiste forzado. Conectamos directamente con los personajes sin conocerlos, y si bien no se profundiza en ellos, en una o dos viñetas se logra la empatía o antipatía suficiente para dotarlos de vida. Las situaciones se suceden de manera rápida pero no forzada, y si bien no puedo mostrar mucho de la historia aquí (más bien con ello los invito a conseguir el libro para disfrutarla plenamente), las siguientes viñetas muestran como Franquin dota el clímax de una épica de barrio absolutamente entrañable. 







   
Otro de los elementos enternecedores de la historia es el siguiente: en una historieta de hace 70 años, muchísimo tiempo antes que el concepto fuera tan mediático como símbolo de lo reprobable y políticamente incorrecto, Franquin ya exponía un claro mensaje anti bullyng. No solamente con el recurso fácil y simplista del valiente Spirou como héroe redentor del débil, sino, sin dejar de ser divertido, mostrando como el "matoneo" debe considerarse algo despreciable contra lo que todos debemos unirnos. 









Durante esos primeros cinco años (1946-1951) en que Franquin pulía su estilo y lo hacía más personal, su padrino Jijé continuó publicando a su vez historias del personaje (La imagen muestra la portada de una edición completa de su labor en Spirou, de 1940-1951. Lastimosamente no tiene traducción al español. Pero esperemos que en un futuro no lejano Dibbuks se anime al reto).
Entre 1950 - 1951 Franquin, con guion de Henri Gillain (hermano de Jijé)  publica la primera aventura verdaderamente larga de Spirou y Fantasio: Hay un brujo en Champignac. En 60 paginas se narra la llegada de los dos amigos a un pueblecito de la campiña francesa que está lejos del apreciado paraíso bucólico que esperan encontrar. Hay misterios que empiezan a cebarse en la población (cerdos con manchas azules, vacas que se consumen en una noche o que producen cantidades industriales de leche... que resulta envenenada, etc) que victima de la ansiedad achaca los males a un gitano llegado recientemente a la población, al que tildan de brujo. Sin embargo el origen de las anomalías resulta ser de todo menos sobrenatural, a pesar de las misteriosas setas que aparecen por todos lados de forma inexplicable cada vez que ocurre uno de estos eventos.
La historia, sin ser de las mejores, tiene varios aspectos importantes que resaltar:
Ademas de la duración de la misma, es la primera vez que el universo de Spirou se expande con un microcosmos con identidad propia. Así como Tintin tendría Moulinsart  como escenario de muchas de sus aventuras, Champignac en cambrouse seria un lugar de visita recurrente y de residencia por temporadas de nuestros dos héroes. El pueblo cuenta con sus personajes arquetípicos: el alcalde, prosopopéyico y narcisista, pero en el fondo preocupado siempre por su pueblo. Su mano derecha, el secretario Duplumier, honrado menestral víctima de multitud de desgracias cuando las adversidades se ceban con el pueblito. El dependiente de farmacia, Dupilon, que realmente funge como el borracho del pueblo. Estos tres aparecerán prácticamente en todas las ocasiones en que la serie tome lugar en el pueblecito, dando pie a malentendidos ridículos que serán aprovechados en algún momento de forma magistral, en otros de forma bastante anodina, dependiendo del autor a cargo de la serie. Pero el aspecto más importante es tal vez la inclusión de uno de los secundarios con más trascendencia de la serie. Pacôme Hégésippe Adélard Ladislas, Conde de Champignac, afamado científico, autoridad mundial en micologia, inventor a tiempo parcial, y a tiempo completo uno de los sabios mas prodigiosos que existen.





 La primera aparición del alcalde, y de todo el pueblo como personaje coral
A pesar de ser la obra de un autor primerizo, con un guión ajeno, Franquin supo desenvolverse a las mil maravillas en su primera aventura de largo aliento. Su talento como narrador gráfico logra que el lector no se aburra, y a pesar de lo extensa de la aventura el ritmo se mantiene sin altibajos, en ocasiones se precipita de forma endiablada, generando momentos que, sin ser fundamentales para el desarrollo de la historia, son enormemente divertidos.




Cuando se publicó Hay un brujo en Champignac, Spirou ya era el personaje más popular y querido de la revista del mismo nombre y de su editorial propietaria, Dupuis (que tenia a su haber muchas otras series y personajes que se harían celebres), pero aun no tenia la contundencia de otras series con las que competía en el mercado belga, entre ellas un Tintin que en ese momento era la historieta más famosa del mercado francófono y el rasero con el que se media a las demás. Sin embargo el talento del joven protegido de Jijé, (talento en desarrollo, pero suficientemente contundente para que la compañía le confiase definitivamente el personaje) auguraba un futuro muy promisorio para Spirou, para la editorial y para el mercado belga.. Pero sería con la publicación de la siguiente aventura, en 1952, cuando Franquin daría un verdadero carpetazo erigiéndose como autor único y completo (guion y dibujo) dando rienda suelta a su creatividad, haciendo totalmente suyos los personajes, y llevando la serie por derroteros nunca antes imaginados.
De ello hablaremos en la tercera parte de este monográfico.

(Continua en la siguiente entrada)

Mientras tanto, aquí también hablaron mucho del primer Spirou de Franquin:
En la Fancueva, con un amor rayano en la euforia.
En Zonanegativa, con el profesionalismo y el esmero que ponen en cada tema que reseñan.
En eslahoradelastoras con el entusiasmo diligente de un admirador del personaje.

Y para los que la paciencia no les alcanza hasta la próxima reseña, La Oficina de Spirou y Fantasio es la web ideal para resolver sus dudas sobre el personaje y antojarse de todas (toodas) sus aventuras.





3 comentarios:

  1. Buena entrada. Da una imagen más nítida de Spirou y el universo que empieza a construirse a su alrededor. Se antoja más divertida la historia de la pelea y más interesante y rica la aventura en el pueblo de las anomalías. Esperaré a la tercera entrada, a ver si me termino de antojar y recojo más elementos para decidir por dónde arrancar.

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  2. La tercera entrada está en la puerta del horno, je je. Es más sustanciosa porque ya toca la mejor etapa de Franquin con el personaje. Pero si querés recoger más elementos para decidir por donde asomarte a Spirou, podrías esperar a la cuarta, la quinta, la sexta... La verdad es que originalmente pensado para 2 post, este monográfico se está tornando muy ambicioso y quiero volcar en el muchas de las cosas que me han gustado (y algunas de las que no) en estos más de 20 años de lectura, y eso me llevará muchas más entradas. Conociéndote, creo que serías más afín al Spirou de Tome & Janry, de los 80s - 90s. Así que paciencia, que ya llegaremos a ellos.
    Gracias por tu lectura y comentario.

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